El Erasmus terminó. Has regresado a casa y tras superar la auténtica montaña rusa de emociones que ha recorrido tu cuerpo estas semanas te sientes totalmente hundido en la apatía y en la melancolía. Lo que te sucede tiene nombre propio, es el llamado síndrome post Erasmus.
¿La parte buena? Que esta situación tiene solución. En este post te contamos 5 consejos para superar el síndrome post Erasmus.
¿Cómo superar el síndrome post Erasmus?
Has pasado un año increíble y apasionante. Quizá podrías considerarlo el mejor año de tu vida. Pero ahora toca regresar a la realidad y a tu antigua rutina. Y la verdad, no lo estás llevando demasiado bien. Eso que los expertos han bautizado como síndrome post Erasmus te ha pegado de lleno y quieres saber cómo superar este difícil momento.
Respira hondo porque vas a poder pegar carpetazo a esta depresión post Erasmus. Como tú, ya lo han hecho miles de jóvenes estudiantes antes. Tan solo necesitas cambiar tu forma de pensar y darte un tiempo. La adaptación no es sencilla, pero es posible.
Si eres un estudiante que has vuelto de Erasmus a España y necesitas reconectar con tu antigua vida, toma buena nota de estos consejos.
#1 No digas adiós y mantén el contacto
Que ya no estés viviendo la experiencia Erasmus no quiere decir que no puedas mantener el contacto con todas aquellas personas bonitas que has conocido durante este tiempo.
¡Venga! Con las nuevas tecnologías no hay ninguna excusa. Skype, WhatsApp, Hangouts,… Todos son canales a tu disposición gracias a los cuales podrás mantener el contacto con tus amistades.
¿Y por qué no planear un nuevo encuentro? Puedes superar los momentos de lejanía planificando una escapada junto a tu grupo de amigos de Erasmus. Otra opción es invitarles a viajar hasta tu ciudad y hacer de anfitrión para que pueda conocer un pedacito más de ti.
#2 Ayuda a otros Erasmus de tu universidad
Una buena forma de superar el síndrome post Erasmus es involucrarte en un grupo de ayuda y asesoramiento para nuevos Erasmus en tu universidad. Investiga un poco porque seguro que tu centro cuenta con algún grupo de este tipo.
Hasta ellos llegan estudiantes que están pensando o planificando una beca Erasmus y tienen miles de dudas que resolver. Qué mejor persona para ayudarles que un antiguo Erasmus como tú. Gracias a este servicio de ayuda podrás rememorar tus experiencias e inspirar con ellas a otros compañeros.
#3 Demuestra madurez e implícate en casa
Durante tu etapa de Erasmus has probado un pedacito de ambrosía y has saboreado la libertad. Es una sensación brutal. Salir y entrar de casa con quien te de la gana y a las horas que tú quieras.
Pero esta libertad también ha tenido su parte negativa. Has tenido que madurar, asumir riesgos, ser más responsable, autoabastecerte de comida, mantener un equilibrio entre ingresos y ahorros. Y, además, intentar mostrar un mínimo de gusto por el orden para no morir aplastado por kilos de ropa sucia, comida pasada y basura.
Cuando vuelves de Erasmus quizás lo hagas a tu piso o residencia de estudiantes. Si es así, tu regreso a la realidad será más sencillo porque sigues manteniendo la independencia.
Ahora bien, si el regreso es a casa de tus padres sentirás que tu libertad ya no es la misma y que tienes que dar explicaciones. El camino para que tus padres confíen en ti y dejen de agobiarte es mostrar esa madurez y esos aprendizajes que has acumulado en tu Erasmus.
Demuéstrales que colaboras en casa, que sabes mantener el orden y que aprendiste a cocinar algo más que unos tristes macarrones. En definitiva, que sabes darte vida.
Habla con ellos y hazles saber que necesitas esa independencia para sentirte bien. Créenos, para tus padres no hay nada más importante en este mundo que tú. Te van a entender.
#4 Planea nuevas salidas al extranjero
Si estás auténticamente in love con estudiar en el extranjero, tantea el terreno para volver a repetir la experiencia. Puedes informarte sobre si es posible prolongar el Erasmus o sal en busca de nuevas becas y ayudas para continuar tus estudios en otro país.
Eso sí, debes tener en cuenta que, si piensas en regresar, aquellos compañeros que conociste en tu primer Erasmus ya no estarán. La mayoría habrán retornado a sus casas, ya que son pocos los que optan por quedarse en el país.
Por lo tanto, tu experiencia ya no será la misma. Quizás sea el mismo destino universitario, pero el entorno de personas puede haber cambiado.
#5 Redescubre a tu familia, a tus amigos y a tu carrera
Deja que te digamos algo, aunque creas que todo sigue igual tras regresar del Erasmus, no es así. En realidad, todo es diferente. Tu ausencia dejó un hueco y tus seres queridos continuaron con sus vidas mientras tú no estabas. Todos ellos han vivido nuevas experiencias y han crecido como personas al igual que tú. Anímate a redescubrirles otra vez.
Pasa tiempo con tu familia y amigos. Tú tienes mucho que contar, pero ellos también. Respeta lo que son y escucha lo que tengan que contarte. Enriqueceos mutuamente y nutríos de historias.
Por último, enamórate de nuevo de tu carrera. Retoma tus estudios con fuerza. Piensa que es lo que tú elegiste, aquello que quieres para tu futuro. No eches a perder el tiempo invertido hasta el momento y conviértete en la mejor versión de ti mismo.
Superar el síndrome post Erasmus está en tu mano
El Erasmus ha sido genial. Superar el síndrome post Erasmus te va a permitir ver esta etapa como algo positivo y no como un lastre que te obliga a ver en el pasado un tiempo mejor.
Hay mucho por delante. Nuevas vivencias que, seguro, serán más enriquecedoras que el Erasmus, aunque ahora te cueste verlo así.
En realidad, el proceso para superar la depresión post erasmus es muy similar al de una historia de amor. Tú echas de menos tu estancia universitaria en el extranjero, la tienes tan idealizada que crees que no hay nada mejor que eso, estás en plena fase de enamoramiento.
Pero ¡ojo! Tu vieja vida también tiene mucho que ofrecerte. Valorala por ello. Ese es tu auténtico amor. ¡Ánimo!
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